La colisión con un OFNI obliga a Jeff Pellet a abandonar su aventura de vuelta al mundo.

El pasado 12 de noviembre, a las 16:00 horas, el patrón francés Jeff Pellet soltaba amarras y dejaba los pantalanes de Les Sables d’Olonne para enfrentarse a más de 24.000 millas de mares y océanos en solitario… A bordo de su IMOCA 60 'Come In Vendée' Jeff se lanzaba a hacer su Vendée Globe 'pirata' particular...

Homenaje a Neptuno en el paso del Ecuador © Jeff Pellet/Come in Vendée

Tras navegar 18 días a través del golfo de Vizcaya, doblar Finisterre y descender por el Atlántico, el día 30 de noviembre sufre una colisión con un OFNI (objeto flotante no identificado) a la altura del archipiélago de Cabo Verde. Tras una inspección superficial reanuda la marcha y efectúa una parada en la Bahía de San Antonio, en la isla Fernando de Noronha para comprobar el estado del barco. Para su sorpresa, la quilla está dañada y sin garantías de que pudiese aguantar en plenas condiciones las más de 20.000 millas restantes... La aventura del patrón francés de dar la vuelta al mundo se para en seco en las costas de Brasil. Tras asumir y reponerse del incidente - si es que se puede reponer uno de un golpe tan duro como ese -, un Jeff muy tocado y abatido zarpa al amanecer del día 1 de diciembre poniendo proa a Les Sables d'Olonne.


Daños en la quilla del Come in Vendée © Jeff Pellet/Come in Vendée

Pero ahí no acaba la historia porque 48 horas más tarde, el dos de diciembre a las 11:36 horas, cuando navega de regreso a Les Sables sufre una nueva colisión con otro OFNI tal y como relata en su conversación con el equipo de tierra: "Navegaba a 9/10 nudos de velocidad; estaba en la mesa de cartas cuando, de repente, un fuerte golpe sacudió todo el barco y lo paró en seco. Salí disparado a cubierta y miré hacia popa pero no vi nada en la estela. Comencé a revisarlo todo y comprobé que la quilla tenía unas marcas muy feas..." Tras cerciorarse de que la quilla estaba segura pone rumbo hacia Cabo Verde para hacer una inspección más en detalle de los daños...

Pero, para complicar un poco más las cosas, las condiciones meteorológicas no le permiten a Pellet llegar a Cabo Verde. Con un fuerte viento de proa - y tal y como estaba la quilla- , Jeff opta por desistir de alcanzar Cabo Verde y pone proa a Guadalupe. Contacta por radio con su equipo para que hablen con la compañía aseguradora y le envíen un ingeniero a Guadalupe para revisar los daños en la quilla. La idea era inspeccionar la quilla fuera del agua y en caso de que no se apreciaran daños importantes hacerse de nuevo a la mar rumbo a Les Sables.

La navegación de las aproximadamente 1300 millas de océano hasta Guadalupe es casi perfecta gracias a los 20/25 nudos de los vientos Alisios que impulsan las velas del IMOCA en una singladura sin más incidentes...

El día 20 de diciembre, amarrado ya en Guadalupe, Jeff se sumerge para inspeccionar el estado de la quilla y tratar de evaluar de forma segura los daños... Comprueba que no hay signos significativos de daños estructurales en la quilla: solo se aprecian dos muescas en el borde de ataque y una gran pérdida de la envolvente de la quilla (no estructural). Interiormente, el barco no presenta daños estructurales. A Jeff solo le resta esperar el dictamen de la compañía de seguros con dos posibles soluciones: o bien consideran el barco 100% apto para navegar o bien no lo consideran apto y lo repatrian a bordo de un carguero.

Mientras tanto, Pellet y un miembro de su equipo de tierra desplazado a la Marina de Point a Pitre (Guadalupe) donde está amarrado el IMOCA, trabajan sin descanso para tener el barco listo para navegar - si así lo decidiera la aseguradora - por el Atlántico Norte sabiendo que, en esta época del año, las condiciones en este curso son bastante duras.

El 28 de diciembre, como si de una inocentada se tratara, llega la noticia de la aseguradora... el barco no puede navegar en esas condiciones por lo que tiene que ser trasladado en carguero a Francia. Un nuevo golpe a Pellet y a todo el equipo del 'Come in Vendée'....

Y de esta forma tan brusca, sin tan siquiera poder tomarse la revancha navegando su barco hasta Les Sables, termina la historia del 'pirata' de la Vendée Globe, Jeff Pellet y de su 'Come in Vendée'. Actualmente, el barco está amarrado en la marina de Point a Pitre a la espera de ser izado a un carguero y poner rumbo a Francia.

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Saludos y buenos vientos