Un judío en su lecho de muerte:
- María, María... ¿Donde estás, esposa querida, dónde estás?
- Aquí estoy, esposo mío... a tu lado.
- ¿Y mi hija Jacobo? ¿Dónde está?
- Aquí estoy, padre... a su lado.
- ¿Y mi hija Leyla? ¿Dónde está?
- Aquí estoy, padre, a su lado.
- ¿Y mi hijo Isaías? ¿Dónde está?
- Aquí estoy, padre... a su lado.
- Pero bueno, ¿quién carajo está atendiendo el negocio entonces?