El club blanco anuncia la contratación del mediapunta que cumplió 18 años el domingo y continúa el plan de incorporación de jóvenes como Vinicius y Rodrygo



Reinier, el domingo con la selección brasileña en el preolímpico

Reinier, el domingo con la selección brasileña en el preolímpico. Daniel Muñoz Getty Images
La insistencia del
Real Madrid en la compra de talento joven antes de que el precio de los jugadores se dispare por encima de los 100 millones se conduce de manera especialmente sistemática en el caladero brasileño. Allí, de la mano de Juni Calafat, responsable de fútbol internacional del club, desarrolla en los últimos años algo así como una cata vertical, un sorbo de cada añada: fichó a Vinicius Jr, nacido en 2000; a Rodrygo Goes, de 2001, y ayer anunció la contratación hasta 2026 de Reinier Jesus Carvalho, nacido en 2002 en Brasilia.
El Madrid paga al Flamengo unos 30 millones de euros, del orden de 15 menos que por las dos anteriores promesas brasileñas, por otro futbolista que se desempeña como mediapunta, con visión para el último pase y un acierto goleador que le ha llevado a jugar incluso como segundo delantero. En el club brasileño sumó seis tantos en los 14 partidos de liga que jugó el año pasado en el primer equipo, con el que debutó en agosto en la Copa Libertadores. Del club a cuya academia llegó con 12 años se lleva un título continental y uno doméstico.
El entorno de Reinier quiere ver ecos de Kaká en su porte (espigado, 1,85m) y manera de moverse, algo en lo que coincide el futbolista: “Yo también creo que me parezco a Kaká. De niño le vi jugar en el Milan, el Madrid y la selección, y me inspiró. Puede que nos asemejemos en el pase y en la finalización, pero nuestra virtud en común es la arrancada”, dijo en una entrevista en Brasil.
También se cuenta entre los admiradores confesos de Zidane, de quien su padre le mostraba vídeos de manera insistente y cuyos movimientos se ha empeñado en emular: “Si fuera un 1% de lo que él fue ya estaría bien”, ha dicho el jugador. A partir de febrero tendrá ocasión de ejercitarse a las órdenes del francés, aunque en una primera fase su destino es el vestuario del Castilla de Raúl, con el que está previsto que juegue.
Eso llegará después del torneo preolímpico clasificatorio para Tokio 2020 que se encuentra disputando estos días con la selección sub-23 en Colombia, a la que llegó como el más joven de la lista con 17 años. Debutó en ella el domingo, precisamente el día que cumplía 18, edad que dejaba vía libre a la formalización de su acuerdo con el Real Madrid, anunciado al día siguiente.
El acuerdo con Reinier y con el Flamengo, como los de Vinicius y Rodrygo, ha sido de cocción lenta, con el cuidadoso cortejo de Calafat antes de la mayoría de edad. El futbolista ya se fotografió en el Bernabéu en marzo de 2018, vestido con un chándal de la selección brasileña. “Experiencia increíble conocer uno de los mayores templos del fútbol mundial”, escribió en Instagram.
Sin embargo, el cierre de la operación, en la que también estaban interesados varios de los grandes clubes europeos, se aceleró en los últimos meses, lo que ha privado al futbolista del aterrizaje suave que el Madrid procuró a Rodrygo: sesiones tácticas de vídeo, clases de español. Tampoco había tenido ocasión de hablar con Vinicius, criado como él en la cantera del Flamengo. Entre el club brasileño, la selección sub-17 y la sub-23, Reinier apenas ha encontrado tiempo para sentarse a estudiar. “Pero cuando llegue sabrá hablar algo”, dice su gente.
Además de las gestiones de Calafat y la cúpula blanca, para que Reinier se decidiera por el Madrid, fue decisivo el criterio de su padre, Mauro Brasilia, exjugador de fútbol sala, campeón del mundo con Brasil en 1985. Mauro conserva una intensa fascinación por el Madrid de los galácticos, en particular por sus compatriotas Ronaldo Nazario y Roberto Carlos, además de por Zidane, el técnico a cuyas órdenes espera terminar viendo jugar de blanco a su hijo.


Fuente:David Álvarez