Cuentanos un chiste 2

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El revisor del tren le pregunta a un niño bastante crecidito que viaja sin billete: -¿Es posible que solo tengas cuatro años? -Claro que tengo cuatro años. -¿Estás seguro de que no te equivocas? -Segurísimo. Hace cinco años que digo lo mismo.

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Le dice Ana a su hijo: -Queda prohibido tirarse por el suelo. -Pero si estoy jugando a los indios... -Pues los indios obedecen a su madre. -Sí, pero es que yo juego a los indios huérfanos.

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En el cumpleaños de un niño muy glotón, le dice su madre: -Mira, nene, para tu fiesta he preparado un pastel con ocho velas gigantes. -Hombre, mamá, yo preferiría una vela con ocho pasteles gigantes. -Hombre, mamá, yo preferiría una vela con ocho pasteles gigantes.

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Martina le pregunta a David en clase: -Oye, ¿cuánto son dos y dos? -Si no me das más datos...

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Un niño le dice a David: -A los ocho años, me di cuenta de que no me llamaba Cállate.

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Le pregunta Martina a su madre: -Mamá, ¿es verdad que desciendo del mono? -¿Cómo quieres que lo sepa, si tu padre nunca me ha presentado a tus abuelos?

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En el recreo, le cuenta David a Martina: -El sábado me caí al río y papá me dio una torta. -¿Qué te hubiera hecho si llegas a ahogarte?

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Una señora muy, pero muy gorda, sube al autobús y el niño se la queda mirando: -¿Qué miras? ¿Nunca habías visto a una mujer como yo? -Gratis... No...

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-Mamá, mamá, ¿los chocolates caminan? -No, ¿por qué? -¡Ah! Entonces me comí una cucaracha.

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-Mamá, mamá... afuera está frío. -Bueno, déjalo pasar entonces