Un indio piel roja entra en el registro civil y se dirige al empleado: -Buenos días, quisiera cambiarme el nombre. Mi nombre actual es Gran caballo de hierro que relincha y corretea por un largo camino de acero que se extiende a través de la inmensa pradera. -Bien, ¿y cómo le gustaría llamarse? -¡Locomotoro!