Endesa obtuvo un resultado neto atribuido de 1.511 millones de euros durante los primeros nueve meses del año, un 758% más que en el mismo período de 2019, en el que alcanzó 176 millones al anotarse un deterioro de 1.052 millones por el cierre anticipado de las centrales de carbón en la península.

Así se recoge en la documentación remitida por la empresa dirigida por José Bogas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) al cierre del mercado.

En otra comunicación precedente al Regulador bursátil remitió el Reglamento del Consejo.
Además del efecto extraordinario por el cierre de las plantas de carbón, los resultados también están condicionados por la recuperación de una provisión de 515 millones tras alcanzar un acuerdo laboral con los sindicatos, que no termina de cerrarse del todo y colea en los tribunales. Parte de esa provisión, 356 millones, incrementan los resultados de la compañía en lo que va de año.Eliminando esos elementos extraordinarios, el beneficio ordinario de la subsidiaria de la italiana Enel aumenta un 38,4%, hasta los 1.700 millones.
Ya desde inicio de año la compañía descartó un impacto "significativo" de la Covid-19, que le ha restado 78 millones al beneficio neto, entre la menor demanda y la morosidad.
La dotación de provisiones, por otro lado, ha incorporado 213 millones por el acuerdo salarial ligado al cierre de las plantas del carbón, que no afectan a la remuneración al accionista, pero que reducen la contribución neta de la recuperación de la provisión de 515 millones a 143 millones positivos a cierre del período.
La facturación de la compañía ascendió a 12.959 millones, un 12,5% menos, con un resultado bruto operativo (ebitda) de 3.136 millones, un 8,2% más elevado. La firma destaca en una nota de prensa que el impacto de la Covid-19 en el ebitda es de 81 millones, "sólo un millón de euros más respecto al cierre del primer semestre del año".
Por áreas de actividad, el margen bruto del negocio liberalizado sube un 9%, hasta los 2.225 millones, y el ebitda un 20%, hasta los 1.390 millones, sin considerar el impacto de las provisiones. Los costes fijos bajan en 48 millones.
Los negocios regulados, en cambio, reducen su ebitda un 8%, quedándose en 1.603 millones, por la entrada en vigor de la nueva retribución a las redes aprobada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a pesar de que los costes fijos también se redujeron, en este caso, 40 millones.
Deuda en mínimos históricos

La deuda neta se situó en 7.407 millones, con un coste medio del 1,7%, el mínimo histórico de la compañía, y un apalancamiento de 1,8 veces con relación al ebitda. Las inversiones se redujeron un 21,9%, hasta los 1.173 millones.
La compañía cuenta con una cartera de renovables de 25.700 MW, de los que 6.900 MW -el 65% solares- disponen de punto de acceso a la red.
Bogas ha valorado que "el modelo de Endesa nos ha permitido acabar el tercer trimestre del año con unos resultados sólidos, a pesar de la complejidad del entorno. Durante estos meses, además de gestionar la compañía con rigor, compromiso y desplegando un intenso plan de descarbonización, instalación de capacidad renovable y electrificación de la demanda, nuestra prioridad ha sido atender las necesidades de miles de nuestros clientes y aminorar el efecto de la pandemia en las comunidades en las que tenemos presencia".

La compañía ha diseñado un plan para aumentar sus inversiones un 30% entre 2020 y 2022. Alcanzaría los 7.500 millones, al añadir 1.700 millones extra, de los que 1.100 millones recalarían en las renovables y 600 millones en redes. El planteamiento, en línea con la idea del Gobierno de acelerar la ejecución del Plan de Energía y Clima, requiere de modificaciones legales en el ámbito de las redes.