32 America´s Cup

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Emirates Team New Zealand necesita sumar una victoria más para ganar la Louis Vuitton Cup y avanzar al America’s Cup Match. Ese ha sido el objetivo de Dean Barker desde el día que Alinghi arrancó la Copa de sus manos en Auckland, el 2 de marzo de 2003.

Pero no será fácil. Los kiwis tienen delante a un duro oponente que hoy será tan peligroso como una fiera acorralada. La quinta derrota consecutiva mandaría a Luna Rossa a casa, por lo que los italianos pondrán toda la carne en el asador para defender este primer ‘match point’.

“Todos estamos motivados para salir a ganar la regata”, comentó ayer el trimmer de mayor, Jonathan McKee. “Ellos han navegado muy bien y nosotros no tan bien como podemos, pero hoy esperamos hacerlo mejor y ganar”.

McKee anticipó que no veremos cambios radicales a bordo del ITA 94 hoy. Este es un equipo con mucha confianza, a pesar del 4-0.

“No vamos a destruir la psique del equipo variando algo por el mero hecho cambiar”, avisó McKee. “Me sorprendería que viéramos cambios en la tripulación, porque simplemente sacamos al agua el mejor equipo cada día, y lo hacemos lo mejor que podemos”.

Suerte a los dos y que gane............ el mejor.

saludos y buenos vientos

[Thornado]

Luna Rossa Challenge y Emirates Team New Zealand tenían una cita con la historia a las 14:50 frente al Port America’s Cup. Si el ITA 94 lograba la victoria, los italianos salvarían su primer ‘match point’. Si el NZL 92 se imponía, los kiwis se convertirían en el primer equipo capaz de ganar la gran final de la Louis Vuitton Cup por 5-0 y obtendrían el derecho de retar a Alinghi por la America’s Cup. Así era, el patrón del NZL 92, Dean Barker, iba a ganar la primera Louis Vuitton Cup en la que participa. A las 17:10, Emirates Team New Zealand se erigía como campeón y por primera vez en tres años se veían abrazos, puños en alto y alegría entre sus tripulantes. Nada más finalizar, Yves Carcelle, presidente de Louis Vuitton, embarcaba en el NZL 92 y les hacía entrega de una enorme botella de Möet Chandon con la que celebraban la victoria y de la bandera que les certifica como ganadores.

El sábado, 23 de junio, Alinghi y Emirates Team New Zealand disputarán la primera regata del America’s Cup Match.

MATCH 5 – Emirates Team New Zealand gana a Luna Rossa Challenge – DELTA 00:22

En la presalida, James Spithill hacía valer su derecho de paso al entrar en la caja y obligaba a Dean Barker a orzar y aproar el NZL 92. Ambos barcos permanecían con las proas apuntando al viento durante dos minutos hasta que Barker aprovechaba el espacio entre ambos barcos para hacer caer la proa y marcharse a la derecha. Spithill era capaz de recuperarla 90 segundos antes de la salida y ambos barcos partían en paralelo, amurados a estribor en dirección al lado izquierdo del campo. Luna Rossa viraba hacia la derecha poco después de partir y Emirates Team New Zealand respondía. Ambos barcos se dirigían en ese momento hacia el layline de la derecha, el ITA 94 a sotavento y el NZL 92 media eslora más cerca de la victoria.

Siete minutos después de la salida, Luna Rossa lograba colocar su proa ligeramente por delante en un bordo muy largo hacia la derecha. El role les estaba favoreciendo y navegaban con mejor velocidad respecto a la posición de la boya. La apuesta de los italianos era muy ambiciosa, sólo si lograban suficiente ventaja iban a poder llegar al primer cruce en una posición fuerte. Y exactamente en el minuto 14, Luna Rossa viraba para buscar a Emirates Team New Zealand. Ambos barcos llegaban totalmente igualados y Spithill hacía valer su preferencia de paso para colocarse a barlovento del barco neozelandés. El primer cruce era para el ITA 94, que aprovechaba los escasos 6 metros de ventaja que había obtenido para mantener bajo control al NZL 92.

Ambos barcos hacían un bordo de 180 segundos hacia la izquierda, hasta que Luna Rossa viraba y se marchaba de nuevo a buscar la derecha. Los kiwis, como siempre, respondían y se hacían con un ligero liderazgo. Ahí terminaban todas las oportunidades para el ITA 94 de hacerse con la victoria; ahí quedaba prácticamente sentenciado el final de su participación en la 32ª America’s Cup. Los kiwis se los llevaban al layline de la derecha, los sacaban del campo de regatas y les obligaban a colocarse a barlovento en la última virada antes de la boya. Y, como ocurrió en la regata anterior, Luna Rossa estaba ligeramente por detrás y sometido, perdiendo metros en dirección a la boya.

Los kiwis montaban 20 segundos antes y se marchaban 100 metros. Pero Luna Rossa aún tenía algo que decir. Sabían que los kiwis siempre imitarían sus movimientos y amagaban la primera trasluchada. El NZL 92 completaba la maniobra y se iba hacia la derecha mientras el ITA 94 mantenía su rumbo arañando metros. Pero en cuanto los italianos trasluchaban, los kiwis se marchaban de nuevo tres esloras, que volverían a caer en la siguiente maniobra.
En la empopada, los italianos habían logrado remontar y mantener abiertas sus posibilidades. Los mismos 20 segundos que les separaban en la primera boya, eran los que les diferenciaban en la puerta de sotavento. Ambos barcos montaban por la boya de la derecha ejecutando arriadas perfectas.

Nada más montar, los italianos se iban a buscar la izquierda y los neozelandeses respondían para cubrir cada uno de sus movimientos. Los italianos iniciaban una guerra de viradas en el centro del campo de regatas y, por primera vez en la final, conseguían ir remontando. El NZL 92 hacía valer la preferencia del barco que llega a los cruces por la derecha, pero el ITA 94 parecía cómodo en su posición. En cada virada, lograba recortar diferencias. Estaban luchando por su vida y lo hacían con honor. Pero la segunda mitad de este tramo contra el viento les terminaría de matar. El viento rolaba a derecha y favorecía al barco kiwi. El NZL 92 montaba la boya de barlovento por última vez en esta Louis Vuitton Cup. Luna Rossa lo hacía, una vez más, exactamente 20 segundos después.

Los italianos lo intentaban todo y mantenían la presión hasta el último minuto de la regata. Cada vez que trasluchaban, estaban más cerca de la popa del NZL 92. Pero no lo lograrían. Para poder aspirar a la America’s Cup, primero hay que ganar la Louis Vuitton Cup, y eso es lo que Emirates Team New Zealand ha hecho hoy en Valencia, a 19.000 kilómetros de su Nueva Zelanda natal.

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EMIRATES TEAM NEW ZEALAND

Dean Barker, caña:

Sobre lo que siente hoy: “Me siento muy bien. No tengo palabras para agradecer a la tripulación. El camino ha sido realmente difícil, con los Round Robin, las semifinales… Perder dos regatas contra el Desafío Español nos hizo más fuertes. Creo que ninguno de nosotros esperaba ganar de esta forma frente a un equipo tan fuerte como Luna Rossa. Nunca pensamos en una serie fácil, y realmente no lo ha sido, nos ha exigido rendir al máximo”.

Sobre su primera Louis Vuitton Cup: “Para mí es la primera Louis Vuitton Cup y me siento muy afortunado. En el pasado he estado del lado del Defender, y ahora he experimentado toda la serie de eliminatorias. Tengo mucha fuerte de contar con este equipo. Ganar la Louis Vuitton Cup es un paso muy grande para nosotros hacia nuestro objetivo de ganar la America’s Cup”.

Sobre momentos clave: “Cada derrota fue un golpe duro para nosotros, pero una de las cosas que mejor hemos hecho, y de las que estoy más contento, es de nuestra capacidad de reponernos. Para nosotros un momento clave fue ganar a BMW ORACLE Racing”.

Sobre el 5-0: “El margen era mucho más pequeño que lo que refleja el resultado, y no vimos diferencias en rendimiento de los barcos. Cada regata podía haber tenido un resultado diferente. En general hemos tenido muy buenas llamadas de meteorología. Nuestro equipo ha aprendido mucho de las condiciones del campo de regatas de Valencia, y ha realizado un gran trabajo en buscar el control en el primer cruce, más que en conseguir el lado bueno en las salidas”.

Sobre Grant Dalton: “Los que conocen a Grant Dalton saben cómo trabaja. Es fantástico cómo une al equipo. Siempre es el primero en llegar por la mañana y el último en salir por la noche, comprometido al 120% y anteponiendo el equipo incluso a su misma familia. No deja de sorprenderme su atrención al detalle. Desde el principio dijo que quería ocupar un lugar en el barco, y lo ha conseguido en cada ocasión, porque es muy sólido en su puesto. Además, casi mejor, ¡porque sería un dolor de cabeza tenerle fuera!”.

Ray Davies, estratega:

Sobre el equipo: “Me siento muy afortunado de formar parte de este equipo. Hoy, cuando se nos llamaba a cada uno al escenario a recoger la Louis Vuitton Cup, escuchaba los nombres y pensaba que formamos un grupo formidable”.

Terry Hutchinson, táctico de mayor:

Sobre la puesta a punto: “Tenemos un magnífico segundo equipo, son competidores formidables. Ahora tenemos que centrarnos en las pequeñas cosas que tenemos que mejorar. Intentaremos seguir mejorando la velocidad del barco, ganar un poco más en las maniobras. Entre las semifinales y las semifinales aprovechamos para mejorar, y ahora lo haremos de nuevo”.

Sobre mejorar: “El Desafío Español 2007 nos ayudó mucho diciéndonos los puntos fuertes y los puntos débiles que veían en nosotros. Fueron muy abiertos y nos dieron muy buenos consejos para mejorar. Escuchar una opinión diferente siempre es muy valioso, sobre todo viniendo de regatistas de alto nivel. Nos ayuda a mejorar y a aprender”.

Sobre la serie de la final: “Hoy hemos afrontado la regata como si fuera la primera de la serie. En esta serie nos fijamos tres o cuatro puntos en los que teníamos que centrarnos cada día para superar a Luna Rossa. Todos reconocemos la importancia de la victoria de ayer. No sé si llamarle punto de inflexión, pero hubo un momento que nos cambió. En cierto punto alguien dijo que no importaba ir por delante en el primer cruce, sino ser primero en la línea de llegada”.

Sobre la regata de hoy: “Estoy encantado con que se haya acabado. La de hoy era potencialmente la regata más difícil de toda la serie, y el par de tramos más duros que hemos tenido en mucho tiempo. Hay que reconocerle a Luna Rossa que nunca haya tirado la toalla, y que tomaron cada pequeña oportunidad que tuvieron. Al cruzar la línea de llegada, fue un momento increíble, no puedes dejar de pensar en la cantidad de trabajo que hay detrás de esta victoria”.

LUNA ROSSA CHALLENGE

James Spithill, caña:

Sobre cómo se enfrentaban a la que podía ser la última regata: “Hemos salido con la misma actitud que todos los días, intentando que fuera como cualquier otra regata, pero los kiwis han navegado de forma fantástica y no han cometido ni un error en toda la semana”.

Sobre la aparente mayor velocidad de su barco en los enfrentamientos previos: “Aguantamos mejor de lo que pensábamos. Es mérito del equipo, porque siempre hemos peleado, hasta la última empopada estábamos remontando y siempre que pedía algo más, aumentaban su nivel. Pero al final, los kiwis han sido demasiado fuertes”.

Sobre lo que significa el 5-0: “Es sorprendente. Creo que ambos equipos creíamos que llegaríamos a la novena regata. Pero esta semana todo les ha salido bien, han navegado extremadamente bien y han sido muy difíciles de ganar”.

Torben Grael, táctico:

Sobre por qué los kiwis les han ganado 5-0: “Creo que tenían un poco más de velocidad, quizá algo menos hoy, pero han tenido la semana perfecta en la que todo les ha salido bien. Cuando la competición está a este nivel, todo les sale bien y no cometen errores, son muy difíciles de batir. Quizá la primera regata fue decisiva. Si hubiera sido diferente, hubiéramos sido más fuertes y ellos más débiles, podría haber acabado de forma diferente. Un pequeño error por su parte podría haber cambiado el resultado de la final. Sólo podemos felicitarles por la victoria”.

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Más de 15.000 espectadores eran testigos del momento histórico que se vivía en el Port America’s Cup tras la victoria de Emirates Team New Zealand en la Louis Vuitton Cup. Después de tres años de regatas en cuatro países de Europa, el equipo neozelandés ha logrado el primero de sus dos grandes objetivos: Ganar la Louis Vuitton Cup para obtener el derecho a enfrentarse a Alinghi por la America’s Cup. Por esta razón, toda la tripulación del equipo neozelandés compartió el éxito en una ceremonia marcada por la emoción y las sorpresas.

A las 18:30 horas, los presentadores de la ceremonia anunciaban al público que el trofeo de la Louis Vuitton Cup iba a “llegar con el viento”. Y así fue. Desde un helicóptero situado a más de 1.500 metros de altura, cuatro hombres saltaban al vacío. Los dos primeros, equipados con trajes especiales, ejecutaban un vuelo rasante en caída libre por encima del canal del Port America’s Cup. Justo después, dos especialistas en parapente realizaban una coreografía aérea y aterrizaban sobre el escenario.

Uno de ellos llevaba a la espalda una maleta roja de Louis Vuitton que en su interior portaba el trofeo de la Louis Vuitton Cup. Exactamente a las 18:45, el trofeo estaba en el escenario esperando a sus nuevos poseedores, mientras la tripulación de Luna Rossa Challenge, el equipo derrotado en la final de la Louis Vuitton Cup, asistía al evento a bordo del ITA 94, entre los aplausos del público que reconoció su esfuerzo.

A continuación, los tripulantes de Emirates Team New Zealand amarraban el NZL 92 junto al escenario y ascendían uno a uno como ganadores. Yves Carcelle, presidente de Louis Vuitton Malletier y de Moët et Chandon; Michel Bonnefous, presidente de la organización de la 32ª America’s Cup; Antoine Arnault, director de comunicación de Louis Vuitton; y Bruno Troublé, fundador de la Louis Vuitton Cup, estaban esperándoles para hacerles entrega del trofeo.

Michel Bonnefous agradecía “a los equipos, al público, a los voluntarios y a la ciudad de Valencia su trabajo para lograr esta fantástica 32ª America’s Cup” y felicitaba por la victoria a Grant Dalton, director general de Emirates Team New Zealand. Yves Carcelle, por su parte, recordó al público que en cuatro de las seis ediciones de la Louis Vuitton Cup que se han disputado desde su fundación, en 1983, “el desafío ha ganado al defensor en el America’s Cup Match”.

Exactamente a las 19:00 horas de este 6 de junio de 2007, Dean Barker, patrón de Emirates Team New Zealand, y Grant Dalton, levantaban el trofeo ante todos los presentes en un momento de gran emoción. Segundos después, los miembros del equipo descorchaban cuatro botellas de Möet et Chandon con las que celebraban el gran triunfo entre millones de burbujas que salían del escenario conformando una imagen única. Por fin, Emirates Team New Zealand podía celebrar una victoria.

En un comunicado remitido por Alinghi, Brad Butterworth, patrón del defensor suizo afirmaba: “Es una gran resultado para Emirates Team New Zealand porque han navegado muy bien toda la competición. Creo que durante años han sido el equipo que más ha destacado, así que su victoria no me sorprende”.

Grant Dalton, máximo responsable deportivo de Emirates Team New Zealand, se deshacía en halagos: “Quiero felicitar a Luna Rossa, son un equipo fantástico. Agradezco también a AC Management, Louis Vuitton, Alinghi y a la ciudad de Valencia por esta fantástica sede que nos han proporcionado; las regatas son increíbles. También quiero dar las gracias a nuestros patrocinadores y sobre todo a ustedes, a todos los aficionados que están aquí y en Nueva Zelanda. ¡Sois brillantes! ¡Os queremos!”.

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Luna Rossa y Alinghi se han encontrado frente al Port America’s Cup para que el Defender de la 32ª America’s Cup practique presalidas de cara al America’s Cup Match.

Los italianos han navegado con toda su tripulación titular, entre los que se encontraban el caña, James Spithill, y el táctico, Torben Grael. A la caña del barco de Alinghi estaba Ed Baird y Brad Butterworth ha hecho las veces de táctico. El entrenamiento se ha celebrado con viento del Este de 10 nudos.

En una de las salidas, Spithill ha acorralado a Baird contra el Barco del Comité, lo que ha obligado a Alinghi a virar con poca velocidad antes de cruzar la línea. Ambos barcos han partido en amuras opuestas y no llegaron al primer cruce. Aparentemente, Alinghi había recuperado muchos metros a Luna Rossa.

Los equipos ceñían hasta que se distinguía un líder claro de la regata.

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Aunque nació en Bellano (Italia), Borlenghi creció en el Lago de Como. Estudió ingeniería hidráulica y comenzó a sacar fotos por hobby. Las vendía a los armadores sólo para conseguir unas liras extra para las tardes de los sábados en Milán. De repente, el mundo de la foto comenzó a cambiar, aparecieron los patrocinadores, empezó el servicio por comisión... Así se inició la carrera de un mago de la cámara que nunca deja de estudiar, de experimentar nuevos ángulos, nuevas ideas y que, sobre todo, no ha dejado de emocionarse con su trabajo.

Quienes le conocen por primera vez se sorprenden del carácter afable y modesto de quien sin duda es la referencia mundial en fotografía náutica. Un maestro de mente abierta y mirada atenta para inmortalizar el mundo de forma siempre original.

Aparte de colaborar con las mejores revistas del mundo y gestionar una importante agencia fotográfica, Borlenghi lleva más de 20 años unido a la America’s Cup. Comenzó en 1983 con el primer desafío italiano, el Azzurra. Desde entonces, no ha faltado en ninguna ocasión, trabajando para diferentes equipos italianos: Italia (1987), Moro di Venezia (1992), Luna Rossa (2000 y 2003). En la edición de 1995 no hubo desafío italiano, pero Carlo estuvo allí.

Después de tantos años fotografiando a un único equipo, Borlenghi ha pasado “al otro lado”, y hoy es el fotógrafo oficial de la 32ª edición de la America’s Cup.

¿Cuál es la principal diferencia entre trabajar para un equipo y para la organización?
Cuando formas parte de un equipo participas más, y el lado humano juega un papel fundamental. Compartes con ellos la alegría y el dolor, aunque tienes que saber ponerte al margen para hacer tu trabajo y obtener una buena foto en el momento más crítico. Tienes que mantenerte frío... Cuando trabajas para la organización, en cambio, falta la participación emotiva, pero por otro lado tienes una visión más global, eres más libre para experimentar y tienes más opciones a la hora de elegir.

¿Cómo ha cambiado el trabajo del fotógrafo con la era difital?
Ha cambiado muchísimo. La era d_i_g_i_tal premia la cantidad frente a la calidad. Durante las regatas de la 32ª America’s Cup, entre mis asistentes y yo hacemos alrededor de 1.200 fotos al día. Imposible prepararlas todas con mimo. Y esto es aplicable a todos los fotógrafos. Las páginas web van muy rápido y piden las imágenes inmediatamente. Solemos tener muy poco tiempo.

¿La foto d_i_g_i_t_al perdona todo?
Perdona mucho. Yo antes era mucho más conservador, porque no podía permitirme desperdiciar carretes, pero ahora puedo arriesgarme mucho más. Antes de la era d_i_g_i_tal, hace 20 años, gastaba 10 ó 20 carretes por día. Hoy puedo utilizar 200 fotos de 1.200 en cada jornada de trabajo.

¿Con la fotografía d_i_g_i_t_al se ahorra dinero?
No, al contrario, cuesta más. Un fotógrafo profesional está obligado a tener siempre el mejor material, estar a la última, lo que te empuja a adquirir equipo continuamente. Ahora cambio de cámara aproximadamente cada año y medio; antes, lo hacía cada cinco.

¿Blanco y negro o color?
El blanco y negro ya casi no existe. Lo utilizo sólo para mi disfrute personal, para hacer calendarios, para crear en mis ratos libres.

¿La era d_i_g_i_t_al ha mejorado la calidad de los fotógrafos?
En parte, sí. Las nuevas máquinas son casi perfectas y corrigen los errores, aunque la destreza sigue siendo del fotógrafo. Estamos todos en la misma boya, en la misma posición y esperando al mismo barco que llega en el mismo momento, pero al final hay uno que logra, en una fracción de segundo, algo más que los otros: la luz exacta, el enfoque, el mejor ángulo... Eso es lo que marca la diferencia.

¿Es cierto que no sabe nadar?
Muy cierto, y eso me obliga a estar atento. Si no sabes nadar, estás siempre alerta y mantienes la distancia justa y el respeto al mar.

¿Ha estado alguna vez en una situación de peligro?
No, pero en una ocasión pasé dos días a bordo del Club Med (el catamarán con el que Grant Dalton venció The Race en 2001), y verdaderamente no veía la hora de bajarme. Una locura; es como vivir dentro de una lavadora, a una velocidad absurda, sin poder lavarte, comiendo fatal... Ahí fue donde me pregunté, ¿por qué lo hacen?.

Ha inventado una máquina fotográfica que consigue efectos impresionantes a ras de agua...
Al no poder utilizar la máquina subacuática, tenía que inventar algo diferente. En algunas regatas no hay ni una pizca de viento, pero los patrocinadores siguen queriendo buenas fotos. La única posibilidad es crear el efecto especial, la foto artística. Para eso inventé este sistema, que permite obtener un ángulo diferente y espectacular independientemente de las condiciones de viento y mar.

Siempre le acompañan jóvenes asistentes, ¿qué le aportan?
Unos tienen un talento, otros no, pero siempre aprendo de ellos. Los chicos forman parte de mi familia. Me encanta compararme con ellos, son mi punto de contacto con una generación que, al no tener hijos, me resulta muy difícil comprender. A través de ellos entiendo lo que le gusta a la juventud, cómo ven el mundo, qué demanda el mercado. También estudio mucho los videoclips musicales, las revistas de moda... Me indican las pautas, basta saber trasladarlos a la fotografía.

Además, una vez al año organizo una especie de concurso de ideas con ellos. Les entrego unas cuantas fotos y les pido que las modifiquen libremente. Al final, siempre surge algo nuevo e interesante para aplicar en el futuro.

Esta generación de fotógrafos es mucho más interesante que la anterior, porque copia menos e inventa más. Los jóvenes de hoy arriesgan, muestran una increíble atención al detalle y ven las cosas con una mirada diferente, proyectada hacia el futuro. Espero grandes cosas de ellos.

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Alinghi hizo historia en la America's Cup el 2 de marzo de 2003, cuando venció a Team New Zealand 5 – 0 en Auckland y trajo el más prestigioso trofeo de vela a Europa por primera vez en 152 años.

Un Defender fuerte está detrás de su vigoroso y atractivo símbolo. Con base en Suiza, el equipo muestra el rojo y blanco de la Société Nautique de Genève, pero los 120 hombres de su tripulación se dividen en 21 nacionalidades. Ernesto Bertarelli es el Presidente del Defender y el ‘padre’ de su imagen.

Emsal Celik, el diseñador gráfico interno del equipo, tiene la gran responsabilidad de dirigir la marca Alinghi y trata todos los días de asegurar que el llamativo nombre mantiene un aspecto unificado que concuerda con la imagen de este equipo de vela de gran calidad.

“Ernesto Bertarelli es muy consciente de la imagen”, explica Celik. “El símbolo tiene una fuerza increíble, la estela de dos barcos dando vueltas en la presalida es una de las partes más importantes de la regata. Los colores son muy enérgicos, puedes sentir la pasión en el rojo, el poder en el negro. No creo que tengan que ser necesariamente representativos de un país”.

El nombre es creación Ernesto Bertarelli y su hermana, y ha acabado siendo un gigante, una marca que hoy en día representa una de las historias más exitosas en la America’s Cup.

“El simbolismo está más conectado con el poder del equipo”, enfatiza Celik. “La destreza del Defender es impresionante y se puede sentir ese poder. Es muy importante como nos identificamos visualmente; nos preocupamos de la manera con la que utilizamos el símbolo, concuerda con nosotros y lo tratamos con respeto”.

La imagen que un equipo refleja hacia afuera tiene una enorme importancia. En Valencia, Alinghi tiene la inusual función de ser el Defender de la America’s Cup en otro país que no es el suyo. Alinghi es un equipo muy internacional, de hecho hay solo 4 miembros suizos en la tripulación.

Entonces, ¿hay algún elemento que refleje la nacionalidad del equipo en su identidad? Celik responde entusiasmado: “Pienso que somos conocidos tanto como ‘los suizos’ como ‘Alinghi’. La precisión suiza está presente en la manera de hacer las cosas y es una parte importante de la mentalidad del equipo. Es una fuerte identidad que se siente como miembro de Alinghi, pero pienso que es como con Adidas o con Nike, la marca va por delante de la nacionalidad. Es un símbolo muy fuerte. Detrás de una fuerte identidad hay un sentimiento de unión, es como un pasaporte”.

Su majestuosa presencia en el Port America’s Cup, las dimensiones y el diseño de la base del equipo reflejan claramente lo poco temeroso que es el equipo suizo: “Nuestra identidad está en todos lados, pero inteligentemente integrada. La configuración y los colores están impresos en el techo y el suelo. Tienes una sensación que te rodea, el símbolo que rodea al espíritu del equipo. Pero también está abierto al público, una oportunidad de conectar con la gente, quienes pueden ver los barcos dentro y fuera, no estamos escondidos. Los propios barcos tienen un diseño único y los gráficos representan la visión del equipo”.

En un increíble corto espacio de tiempo Alinghi ha establecido una marca muy exitosa y se sigue expandiendo. En el mundo de la vela este tipo de autoridad no es muy común y Celik está muy orgulloso de trabajar con este concepto. “Me da energía e inspiración trabajar con algo tan claramente superior, el logo, la pasión de sus colores, y la destreza del equipo. Es una combinación perfecta y todo el mundo quiere compartirla. Quiero que progrese, y estoy orgulloso de formar parte de ello”.

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El desafío en la America’s Cup es para Nueva Zelanda un asunto de orgullo nacional. No solo es una misión de 17 tripulantes; una nación de 4 millones de habitantes está deseando ver cómo la Copa vuelve ‘a casa’.

“Team New Zealand era el equipo de Sir Peter Blake”, explica el responsable de patrocinio, Tony Thomas. “El icono de Nueva Zelanda, la misma imagen, y nuestro nombre lo dicen todo. Vestimos de negro, un color muy distintivo; fuimos el primer equipo en tener un barco negro, aunque ahora parece que todos los equipos lo tengan. Nuestros uniformes representan el equipo nacional. Somos el corazón y el alma del país”.

El helecho de plata es típico de Nueva Zelanda, un símbolo nacional. El logo es automáticamente reconocible, un hecho que a Thomas le encanta enfatizar: “Pienso que nuestro logo refleja nuestra actitud, como nuestra base. Parecemos buenos pero no estamos en la cima. Somos prácticos y funcionales en todo lo que hacemos, ¡y estamos orgullosos de ello!”.

La incorporación de Emirates Airlines fue un gran paso para este desafío, que estaba buscando el liderazgo de otro fuerte tripulante kiwi, Grant Dalton. Con su fuerte identidad de equipo, ¿cómo de difícil fue combinar los requisitos de los patrocinadores con la fuerte filosofía del equipo?

“El logo fue ajustado y modernizado a la actualidad, y ha logrado convertirse en una gran marca. En Auckland creó su propio seguimiento de vela, y para los neozelandeses representa un estilo, su manera de llevar los negocios. Este equipo deportivo refleja el espíritu de nuestra nación, y el deseo de traer de vuelta a casa la America’s Cup es muy grande”, explica Thomas. “Cuando empezamos a desarrollar el nuevo logo, hubo un momento en el proceso de diseño que se empezó a alejar de nuestra identidad. Por un momento empezamos a perder el camino del hecho de que nuestra marca es nuestro nombre y nuestro símbolo, y todo lo que nos representa. Rápidamente lo recuperamos, y Emirates quedó encantado”.

Nueva Zelanda es el país con más tripulantes nacionales en su equipo, y hay docenas de kiwis repartidos en las diferentes tripulaciones de los equipos. Hasta el punto de que se podrían hacer más equipos con ellos. Con una America’s Cup ganada en 1995 y dos defensas en 2000 y 2003, los tripulantes de Nueva Zelanda son deseados, y casi todos los equipos comparten la valiosa experiencia de tener un kiwi a bordo.

¿Cómo influye el sentimiento de unidad?. Para Tony Thomas la respuesta es obvia: “Si estás orgulloso de lo que llevas, de lo que representas, funcionas mejor. Muchos deportistas quieren hacer algo por su país. Sólo tienes que pensar en los Juegos Olímpicos o en el Mundial de Fútbol o Rugby. Ahí es donde los deportes profesionales sobresalen, no en los clubes locales o regionales, sino representando su país. La gente dentro del equipo compite también por supuesto, pero esto les da un extra para competir como nación”.

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Haber ganado a Luna Rossa por 5-0 en la Louis Vuitton Cup ha proporcionado a Emirates Team New Zealand un tiempo extra con el que no contaban. Después de disfrutar de un merecido descanso, el desafío neozelandés ha decidido invertir los próximos días en realizar pruebas de velocidad entre el NZL 92 y el NZL 84.

Grant Dalton, presidente y miembro de la tripulación de Emirates Team New Zealand, reconoce que no será fácil: “El equipo acaba de terminar su breve descanso de tres días, y la sensación es que va a resultar sencillo mantener las prestaciones al máximo nivel entre la victoria de la Louis Vuitton Cup y la propia America’s Cup. Pero esto es totalmente irreal. Aunque físicamente los chicos no están cansados, mentalmente seguro que lo están. Así que tienen que reducir el ritmo para volver a ponerse a tope de nuevo”.

El equipo es consciente del nivel de su próximo rival: “El programa de los próximos 12 días nos permitirá volver a la fase de pruebas. Ha sido un 5-0 que sorprendió tanto a Luna Rossa como a nosotros, y eso supone más tiempo para prepararnos. No nos hacemos demasiadas ilusiones acerca de la velocidad de Alinghi, su nivel tecnológico o la capacidad de su tripulación. Son un formidable conjunto, y si podemos extraer un poco más de nuestro NZL 92 tal vez tengamos una oportunidad, por lo que intentaremos aprovechar esta posibilidad al máximo”.

“En ciertos aspectos, simplemente estamos comprobando algunas de las cosas que hicimos en Auckland. Haber permanecido tanto tiempo allí, pudiendo transportar el barco por avión gracias a la ayuda de particulares, nos permitió colocarnos en una situación en la que tal vez Luna Rossa se encontró después de las semifinales, cuando todavía revisaban y evaluaban configuraciones por primera vez”.

“Básicamente estamos re-evaluando cosas que creemos que ya sabemos, pero las condiciones de Valencia son diferentes, con mucha más ola creada por los barcos de espectadores en la baliza de barlovento y con un viento que oscila en altura. Hoy (lunes) hemos tenido buen térmico, pero también hemos visto condiciones de brisa más ligera. O sea, que estamos revisando y adaptando cosas que ya vimos en Auckland”.

“Una vez lo hayamos revisado, hacia finales de semana, volveremos a descansar antes de entrar en el período de preparación para la lucha con Alinghi”.

El 23 de junio está cada vez más cerca.

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Cara a cara: los barcos.

“El juego ha evolucionado”, afirmó Dean Barker justo después de ganar la Louis Vuitton Cup. “Cuando ves las imágenes de 2003 es difícil creer que estamos navegando con los mismos barcos bajo las mismas condiciones”.

Igual de increíble resulta ver los barcos en el Port America’s Cup. Los equipos han utilizado una gran variedad de formas y configuraciones desde el inicio del evento. Y ahora, el último emparejamiento se está preparando para medirse en el America’s Cup Match y comparar sus dos embarcaciones es un ejercicio complejo.

Los NZL 84 y NZL 92 de Emirates Team New Zealand son agresivos, de aspecto aristado, con las líneas forzadas al máximo. La parte más evidente es la sección de la proa, desde ángulos concretos, los últimos dos metros tienen aspecto triangular, como si hubieran sido incorporados al barco y no formaran parte de las líneas del conjunto. El estilo de la proa con su súbito avance hacia arriba es una de sus cualidades más distintivas.

Mirando de proa a popa, los costados se ven totalmente verticales, acentuando el aspecto angulado del barco. La razón detrás de este diseño parece ser que el volumen se ha colocado en la parte delantera del casco para producir un barco estrecho que escora rápido y que puede generar una eslora de flotación larga muy rápidamente.

Una eslora de flotación larga equivale a un barco más rápido y conseguir que funcione con vientos flojos sin comprometer la estabilidad con vientos más fuertes es quizá uno de los equilibrios más complicados de lograr en el diseño de un barco de la America’s Cup Class. Aparentemente, esta es una de sus virtudes.

Por lo que hemos visto hasta ahora Emirates Team New Zealand parece tener dos configuraciones de quilla y bulbo: un bulbo alargado y estilizado y otro más corto y voluminoso, ambos con su respectiva quilla.

En general, los barcos kiwis parecen navegar mejor con vientos flojos, especialmente por debajo de los 10 nudos. Pero su gran fuerte puede que sea su capacidad para navegar en un amplio rango de condiciones. En las semifinales y en la final les hemos visto navegar con vientos superiores a los 20 nudos.

En los SUI 91 y SUI 100 de Alinghi hay muy pocas aristas, si es que hay alguna. Y a pesar de sus líneas suaves, parecen estar afinados al máximo.

Forzar el volumen hacia delante en el casco parece un factor importante en su diseño, con secciones redondeadas sobre todo en la proa. De hecho, sus proas están tan cargadas que parecen haber sido ‘sobre-infladas’.

Los barcos suizos son muy diferentes a lo que hemos visto hasta ahora en este equipo. Han sustituido la proa afilada de 2003 por una elevada y redondeada.

Mirándolos desde abajo, queda claro cuánto volumen han forzado hacia delante, otro ejemplo de cómo han apretado la manga para hacer que los barcos escoren rápido. En este aspecto, el diseño es similar al del barco kiwi, pero Alinghi ha llegado a la misma conclusión si añadir superficie mojada gracias a la sección más redondeada de su proa.

En los primeros minutos de la primera regata, las diferencias parecerán obvias. Muchos expertos aseguran que los primeros cinco minutos de la regata revelarán la clave de lo que tiene cada uno. Atendiendo al refinamiento de ambos barcos y a que el nivel está más alto que nunca, todo apunta a que el America’s Cup Match va a ser muy apretado.

Para el patrón de Alinghi, Brad Butterworth, la respuesta a la gran incógnita es dolorosamente simple: “Para mí, la America’s Cup es una regata de diseños. Siempre el barco más rápido es el que gana y no creo que esta vez vaya a ser diferente”.

Terry Hutchinson está de acuerdo: “Sin duda, el barco más rápido ganará. Todos conocemos los movimientos del otro, todos sabemos cómo hacemos las cosas a bordo. Las sutilezas y el barco más rápido marcarán la diferencia. Tenemos buenos diseñadores que han hecho un buen trabajo, pero si nos sorprenden con algo ‘mágico’ van a ser difíciles de derrotar”.


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