El ex jugador de los Lakers, de 41 años, sufrió un accidente en Calabasas (California). Fallecieron los cinco ocupantes del aparato, entre ellos su hija Kobe Bryant, un genio obsesionado con ser el mejor.La conmoción no pudo ser más tremenda, un shock en el mundo del deporte como no se recuerda. Primero llegó el adelanto de TMZ, a reconfirmar por lo estruendoso del anuncio: Kobe Bryant había fallecido en un accidente de helicóptero. Ocurrió alrededor de las 10 de la mañana del domingo, cuando el aparato colisionó con una colina en Calabasas (California). En él también viajaba su hija, Gianna Maria Onore. Gigi tenía 13 años. Se dirigían hacia la Mamba Academy para un entrenamiento.


El helicóptero privado -un Sikorski S-76- era el medio habitual que utilizaba Bryant, de 41 años, para desplazarse, desde sus tiempos de jugador. Ninguno de los cinco ocupantes sobrevivieron; entre ellos también estaba una compañera de equipo de su hija y su padre. Ni su esposa, Vanessa Bryant, ni ninguno de sus otros tres hijos (Natalia, Bianca y el pequeño Capri) estaban a bordo.
Pese a su adiós al baloncesto, después de 20 temporadas de púrpura y oro y cinco anillos de la NBA, Kobe seguía enormemente vinculado al mundo de la canasta, su obsesión reconocida. Una de sus últimas imágenes públicas llegó hace unos días, cuando el alero nacido en Filadelfia (aunque criado en Italia, pues su padre, Joe Bryant, jugó allí profesionalmente), felicitaba personalmente a Luka Doncic durante el duelo entre los Mavericks y los Lakers, desde la primera fila del Staples Center que tanto ocupaba últimamente. «Escuché que alguien me estaba hablando en esloveno y pensé: '¿quién habla mi idioma?' Entonces vi que era Kobe. Estaba realmente sorprendido».
El sábado mismo, LeBron James había superado a Kobe como tercer anotador de toda la historia de la NBA (33.644 puntos). El último mensaje en las redes sociales de la Mamba Negra fue precisamente ese, la felicitación a uno de sus grandes rivales. El respeto de sus oponentes siempre fue una de las señas de identidad del carácter de Kobe, quien forjó con Pau Gasol una profunda amistad, se llamaban «hermanos» entre ellos.